
Imagen: Google
En cuanto se arrojó al vacío supo que había sido un error. En un primer momento pensó que sería poético, una estampa artística en proceso, pero desde el instante que tocó el agua helada se percató que todo sería un terrible problema.
El fuerte oleaje la hizo dar vueltas y estrellarse continuamente con las implacables salientes de las rocas, mientras su cabello de fuego era amortajado entre la desagradable textura de las algas. Así se vio envuelta en un imparable juego de burbujas y serpentinas de mar, todo gris y negro, empañando su visión bucólica de arrojarse al mar.
Con el cuerpo herido y la moral mellada, su primera reacción fue buscar una manera de salir de tan precaria situación, pero entre idas y venidas su fuerza se fue agotando y finalmente se dejó llevar por la naturaleza. Fue entonces que, en medio del caos empezó a ver la belleza, no etérea sino real, auténtica; así, ya casi al final de su último aliento, todo a su alrededor se transformó justo en lo que había estado buscando, la perfección del absoluto y perfecto color azul.
AllegraLuna
Y además le pusieron su nombre al acantilado del que se arrojó.
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Ves, justicia poética!!
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