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I
Todos pensaban que el pirómano encendía las cosas por un mero deseo de destruir y hacer daño. Nunca descubrieron que su anhelo por ver las llamas consumir todo era lo único que le hacía recordar la pasión de ese único y perdido amor.
II
Era el criminal más buscado del pueblo. Ya tenía en su prontuario quince intrusiones a diferentes viviendas. No se había llevado nada pero había hecho pasar un gran susto a todos cuando, de forma violenta, levantaba la sábana y ponía su cara extremadamente cerca. Él sabía el riesgo que corría, pero su necesidad imperaba. Tenía que encontrar a la chica pelirroja que vio de pasada en la estación de tren, sin duda debía hallarla a toda costa, incluso, de su propia libertad.
III
Pecador confeso, señalado por todos. De ahora en adelante sería el paria del lugar.
“¡Sí y qué!”
Ser un voyerista era su mayor fetiche. Pero cómo resistirse a las tentadoras y curvilíneas formas de todas las jóvenes novicias que cada semana llegaban al claustro del pueblo.
AllegraLuna
1.-El estaba enamorado de la Diosa del Fuego
2.-Ella había tomado un tren que la sacaba del pueblo
3.-En todo caso el claustro estaba dedicado a una diosa de la fertilidad.
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La tercera es interesante…
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